A pesar de profesor, eras un amigo, para algunos como un padre, eras y eres
especial. No hacía falta que hablaras porque tu mirada lo decía todo. Como me
gustaría que fuera un sueño del que pudiera despertar, sin que hubiera pasado
nada. Pero desgraciadamente no lo es, así es la vida, a veces injusta.
Se acabo el mirar por la verja del cole para ver si esta tu
moto, se acabo el preguntar cuando vas a venir, se acabo el verte por los
pasillos de cole… Se acabaron muchas cosas.
¿Sabes de qué me acuerdo? Del día que fuimos a por las notas
el año pasado, en verano. De camino al colegio le estaba preguntando a mi madre
si estarías o no. Y cuando abrí la puerta para pasar al pasillo del colegio y
te vi, me quede paralizada, no podía creerlo, se me pusieron los pelos de
punta. Ibas con tu polo azul cielo, que bien te quedaba…Sobre todo porque era tú
azul, azul cielo y eso es lo que eres, un cielo. También me acuerdo del día que
me entere de que estabas enfermo, fue en el teatro de valenciano ‘’Zapping’’,
tampoco me lo creía, pero ¿sabes qué? Tenía todas las esperanzas de que te curarías,
porque te conozco y eres la persona más alegre, eres la mejor persona del
mundo. También recuerdo la primera vez que te vi después de saberlo, me
alegraste durante semanas, siempre me acordare de cuando te dije que había
soñado que venias y se había cumplido, dijiste: Pero a esta xiqueta li heu
donat les pastilles…? Y estas navidades, cuando te envié un email con mis
hermanas y nos dijiste: ‘’A vegades val la pena estar malalt per rebre emails
com aquestos…’’. Me acuerdo de la primera y de la última vez. Salí a la una y
te vi en la acera de enfrente con Paco y Luis. Me acerque y me quede mirándote,
estuvimos hablando un poco y he de confesar que me emocione.
Y ahora nos dice adiós, pero estoy segura de que nos lo
dices con esa sonrisa que te caracteriza. Sé que no te gustaría vernos tristes
y yo intento no estarlo, pero no puedo, tengo mis momentos…Aunque son las mayor
parte del día, pero es que es una de las cosas más duras de mi vida, créeme.
Eres muy importante para mí y para muchísimas personas. Te
estoy mil veces agradecida. Te agradezco que nos hicieras sentir tan bien en
cada una de tus clases, que nos enseñaras a interpretar las canciones, gracias
por hacer de nosotros unos pequeños actores, que se sentían enormes
interpretando tus obras, gracias por tu sonrisa. Gracias por todo.
Te quiero demasiado como para decirte adiós. Tenías ese algo
especial para sacar sonrisas. Cierro los ojos y te veo, y cuando los abro, no
paro de pensar en ti. Me siento tan afortunada por haberte conocido. Son tantos
los recuerdos del pasado, que ahora invaden el presente… Eres demasiado para mí.
Eres único, fuerte, amable, cariñoso, valiente, gracioso, valenciano como
ningún otro, inolvidable… Y me tiraría horas y horas escribiendo como eres,
pero me faltarían hojas y todas ellas estarían llenas de adjetivos buenos.
No te recordare con un recuerdo solo, te recordare con todos,
con todos los momentos vividos junto a ti. Si antes te echaba de menos, imagínate
ahora. Daria lo que fuera por poder abrazarte y no soltarte nunca.
Te quiero muchísimo Manel ¿Sabes que es de lo que nunca,
nunca me olvidare? De tu olor, ese olor que desprendías cuando pasaba por tu
lado, si ese olor a pastillas Juanola, siempre llevabas una, y como me gustaba…
Y me sigue gustando tanto ese olor.
Un adiós que se me hace muy duro, hace ya tres días que nos
dejaste y hace tres días que tengo un vacio enorme en mi pecho. Dicen que no
sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, y de cierto modo tienen razón. Aun
que yo ya sabía lo que tenia, pero ahora que no estás me doy cuenta de que tenía
más de lo que pensaba, tenía parte de mi corazón y no es que no la tenga, pero
ahora la tengo de otro modo. Ahora me doy cuenta de que te quiero más de lo que
podía imaginar, más de lo que pensaba.
Nunca olvidare la frase que nos dijiste: ‘’No cal que ho
diga, pero ja sabeu que vos tinc ben ficadetes al cor…’’. Y aunque tampoco hace
falta que lo digamos, nosotras también te tenemos ‘’ben ficadet al cor’’.
No quiero decirte adiós Manel. Yo quiero decirte hola,
quiero verte por los pasillos del cole, quiero que me des valenciano porque
disfrutaba tanto escuchándote, quiero volver a ver tu sonrisa, quiero volver a
verte. Pero como bien dicen, las cosas no son siempre como quieres.
Creo que no me queda más que decirte. Y no quiero que esto
sea una despedida, solo quiero que sea algo para ti, algo que nunca te dije
pero que tampoco hacía falta, porque ya lo sabías. Eras un ángel caído del
cielo, y ahora vas al sitio de dónde vienes.
Manel, eres un ejemplo a seguir como persona y como todo. Y
ojala que algún día pueda llegar a ser como tú, aun que se que es imposible,
porque eres único.
Fins sempre amic, profesor, Manel. Sempre al meu cor i en el
de tots.
Eres INCREIBLE.