viernes, 13 de julio de 2018

De los que no acaban.

Llevo días sin hacer nada, queriendo que salga de mí esa explosión de sentimientos retenidos pero siento que eso no va a pasar, se han quedado ahí como si estuvieran en una jaula. Sí, esas jaulas que permiten que los pájaros muevan sus alas sin dejarles volar. Los siento, lo siento, pero no del todo. Pienso en ti mucho más de lo que me gustaría, para qué mentirte. Se me hace mundo ver todo lo que me queda por delante en esta vida, sabiendo que conforme vaya avanzando tú estarás cada vez más lejos. Además, esto me duele más cuando sé que si eso pasa es porque yo lo permitiré, porque sé que en el momento en el yo decida no decirte nada, nunca, entonces todo esto que se supone que tenemos se habrá acabado.

Pensar en que la relación que tenemos está porque la sujeto yo también me duele, imagina lo mucho que debo quererte y lo poco que debo quererme para no dejarte ir. Aunque bueno, tampoco tienes que imaginarlo, porque lo sabes. Sabes que nunca he sabido quererme, que siempre me he sentido insuficiente para todo, pero que aún así te he querido y te quiero como nunca nadie.

No quiero seguir escribiendo, esta empezando a temblar la jaula y ahora no es un buen momento. Sé que nunca leerás esto, pero no tienes ni idea de lo mucho quee gustaría que lo hicieras, que te acordaras de la dirección de este maldito blog y entraras casualmente y leyeras todo esto y me dijeras cualquier tontería. Ya sabes que me gustaría que pasaran muchas cosas, pero hay cosas que nunca pasan.

En cambio tú,
nunca
dejas de pasar.