viernes, 29 de julio de 2016

Supongamos que dejamos de suponer.

Supongamos que ya no te quiero nada, que si ahora vinieras para decirme que quieres dar la vuelta al mundo de mi mano yo me lo pensaría dos veces. Supongamos que tu nombre me produce indiferenia, que no quiero saber de ti, que ya no me importa lo que te pase o te pueda pasar. Supongamos que tú ya no eres nada ni nadie para mi. ¿Estarías bien así? Si fueramos completos desconocidos, si nos cruzaramos por la calle y no supieramos ni quienes somos. Suponlo, de verdad, piensa en lo que sería de nosotros si nunca se hubieran cruzado nuestros caminos.

Suponlo tú, porque yo ya lo he hecho demasiadas veces y qué quieres que te diga. Tengo muy claro que hoy soy cómo soy por lo que hice ayer, pero lo que me ha hecho llegar hasta aquí siendo como soy has sido tú. Has sido lo más importante en mi vida, sentimentalmente hablando. Me has cambiado para siempre, me has quitado todos mis miedos y me has hecho querer luchar por lo que realmente quiero. No puedo suponer nuestra inexistencia, espero que tú tampoco puedas porque sabes tan bien como yo que hoy somos como somos por lo que nos hemos hecho.

Y sí, lo sé, siempre hemos tenido nuestros más y nuestros menos, y ahora solo parece que tenemos menos, pero estoy segura que si algo le pasara a alguno de nosotros, al otro se le partiría el alma. Últimamente las cosas no estan bien, lo sé, pero podemos volver a ser lo que fuimos, incluso mejor que antes. Ahora que ya no hay dolor, ni reproches, ahora que solo puedo verte como la persona que me ha construido. Porque sí, si vinieras a cogerme de la mano, me descolocarías pero no me iría contigo. Porque hay cosas que no pueden ser, cosas que no estan hechas para uno. Tú no estás hecho para mí, aunque ahora solo busque a alguien que se parezca a ti, que sepa abrazarme como tú y besarme en la frente tranquilizandome de la misma forma; alguien que sepa cualdo decirme que todo irá bien y cuando decirme que estoy bastante jodida. Aún no ha habido suerte, pero creo que no se trata de buscar sino de encontrar. Al fin y al cabo, yo nunca te busqué.

jueves, 21 de julio de 2016

Después de ti, tú.

A lo mejor aún no es demasiado tarde para decirte que, aunque no te este esperando, siempre voy a estar preparada para cuando vengas. Entonces podré decirte que es una pena que las cosas hayan sucedido así y que ahora ya ni siquiera podamos decir quiénes somos. También es una pena saber que todo lo que mereces lo tengo guardado en un cajón que cualquier día de estos estalla y entonces sí que estaremos jodidos, porque ese cajón esta lleno de todos esos besos que nunca te di, pero siempre mereciste; abrazos que te pertenecen por sonreír cuando todo a tu alrededor se desmoronaba; todas esas caricias para hacerte ver que nunca has estado solo y que nunca lo vas a estar; un montón de cosas que para ti no significan nada.

Qué quieres que le haga, si todo eso te pertenece, si sigues siendo tú la persona a la que quiero coger de la mano y llevarla a un rincón perdido de cualquier ciudad para mirarle a los ojos y decirle que es la única persona por la que estaría dispuesta a vivir y la única que seria capaz de matarme.

Y qué quieres que le haga
a este paso
voy a morir.