lunes, 16 de enero de 2017

Nunca lo entenderás.

¿Dónde estás? Déjame encontrarte, por favor. Te has llevado una parte de mí y ahora estoy incompleta. Sé que este era el principal daño colateral que iba a llevar quererte, pero cuando me di cuenta de que mi corazón había empezado a latir por ti, ya era demasiado tarde. Qué voy a hacer si la impuntualidad de mis latidos coincidia siempre con tu presencia. También sé que no logras entenderlo, es normal, no te lo he explicado. Tampoco me has dejado. Puedes sentir miedo, puede acojonarte la idea de que alguién esté dispuesto a hacerte feliz después de tanto tiempo, pero mirar a otro lado tampoco va a ayudar, las cosas no desapararecen por mucho que cierres los ojos. 

Tienes que saber que por mucho que quiera dejarte, no puedo irme así sin más. Es que no quiero dejarte. Quererte a supuesto volver a sentirme viva y no puedo renunciar a ello, por mucho que puedas romperme, por mucho que pueda perderme. Hay cierto dolor que estoy dispuesta a sentir con tal de compartir risa contigo. Puedo perderme doscientas veces, si después voy a encontrarme en ti. Sé que quererte es sinónimo de muerte, supongo que por eso tengo este miedo haciendo presión en mi pecho; pero es que también es sinónimo de vida, por eso la sonrisa frente a tus pupilas. Entiendelo, es imposible la muerte sin vida y la vida sin muerte. Ambas cosas forman parte de nuestra existencia, eres esencial en mí. Porque si el resultado de haber vivido es la muerte, el resultado de quererte es perderme. 

Así que, 
déjame hacer,
aunque luego
lo único que hagas
sea dejarme.

jueves, 5 de enero de 2017

Chico de los imposibles.

Quería dejarlo pasar y que el tiemo fuera el único capaz de dar respuestas, pero mi mente gira como si fuera la aguja de un reloj, marcando a cada hora tu nombre. Me he rendido en esta batalla que estaban teniendo corazón y razón, he decidido luchar esta guerra aunque la única posibilidad de vencer sea acabar muerta. Quiero arriesgarme a estar contigo, porque me he dado cuenta de que es lo único que quiero. Voy a darlo todo por ti. No quiero que te asustes, ni que te prepares, solo quiero que sepas que no estoy dispuesta a darte por perdido, porque entonces la única perdida sería yo. A lo mejor, podrías entenderlo si supieras como se sienten los días sin ti, pero para ello deberías saber lo que me pasa contigo. Te has convertido en una granada, te tengo en la mano sabiendo que en cualquier momento, con cualquier mínimo movimiento que haga, puedes explotar y llenar todo de catástrofes. Si no estás a mi lado tengo miedo. No sé cómo lo has hecho pero no quiero nada que no tenga que ver contigo, mi vida se resume en un contigo sin ti. A mi cama le hace falta tu cuerpo desde hace tiempo y se seinte grande y vacía. Mis brazos igual, no saben a que realidad abrazarse porque saben que ninguna se acercara lo más mínimo a ti. Mis manos desde que fueron tuyas no saben qué tocar, intentan acordes pero los dedos no encajan en la guitarra como lo hacían en tus manos. Incluso intentan escribir cualquier cosa, como esta mierda, pero no saben que palabras forman, no saben qué decir porque hasta ellos han perdido fuerza de tanto echarte de menos.

Solo quería decirte que llegaste justo cuando mi mundo se desmoronaba y tu sonrisa me hizo tocar el cielo cuando estaba a punto de hundirme. Y eso no lo hace cualquiera, solo tú, chico de los imposibles.