sábado, 22 de agosto de 2020

Amistad.

A veces me duele, tanto que no creo ser capaz de soportar la punzada en mi pecho cuando nos miramos y nos reímos mientras te animo a estar con alguien que no soy yo y tú me haces lo mismo con alguien que no soy yo. Lo pienso y sé que no hay otra, que somos dos personas que no queremos perdernos y supongo que la única forma de hacerlo es sin tenernos del todo nunca. También sé que entre nosotros no siempre es necesario decir alguna palabra, que nos miramos y podemos ver cómo de rotos estamos por dentro, por eso nos hace falta nuestra amistad, por eso la antepongo ante cualquier otra cosa. 

No habrá otro pecho en el que apoyarme cuando el vacío me invada por dentro y tú sepas que he de romperme y te quedes para que lo haga. Que me mires como si intentaras salvarme y yo tenga que apartar la mirada al segundo, por miedo a reconocer que me conoces incluso mejor que yo misma.

Pero bueno, a pesar de todo quiero que sepas que te animaré a que hagas todo eso que te haga sonreír, aunque puedas llevarte algunos trocitos de mi felicidad con ello. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario